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Arzobispo de Sevilla, dominico. Se dedicó al a docencia de la Teología en Alcalá y la rectitud de su doctrina, así como la valentía para enfrentarse a los abusos, le granjearon muchos adversarios. Con todo fue protegido de Felipe IV, quien le confió misiones de pacificación en Aragón y en diversos lugares.
Fue Obispo de Granada y luego de Sevilla, en donde hizo una labor hermosa y muy eficaz. Entre sus obras escritas, muchas de las cuales se perdieron, figura la "Cadena de las doctrinas morales" y el "Catecismo y exposición de la doctrina cristiana" que rigió durante años en su diócesis de Sevilla.
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